En época moderna la cerámica turolense, particularmente la vajilla de mesa, manifiesta el abandono de las tradiciones decorativas medievales y la paulatina introducción de motivos ornamentales novedosos. Estas influencias proceden tanto de centros artesanales europeos, como de las imitaciones realizadas en talleres peninsulares relevantes como los catalanes, los de Talavera de la Reina y, a partir del siglo XVIII, los de Alcora. La producción turolense sufre una acusada decadencia en el siglo XIX hasta el cese de su actividad a principios del siglo XX.
Entre los fondos de este periodo, llama la atención el numeroso conjunto de albarelos decorados en azul, fabricados en los alfares de Teruel del siglo XVIII. En una de las salas del Museo se exhibe este tipo de recipiente en la recreación de una farmacia antigua, sumando los materiales de la botica de Alcalá de la Selva, los anaqueles y el mostrador de la antigua farmacia de Oliete, junto a una larga lista de objetos empleados en la preparación de remedios, integrada por redomas, alambiques, moldes, morteros, juegos de medidas, etc.