Lámpara ritual judía de tipo doméstico, denominada como hannukkah o hannukiyá, encontrada en la antigua judería, junto a la parte posterior del torreón de Ambeles. Consta de un soporte rectangular de paredes rectas con decoración geométrica a base de líneas en manganeso. Sobre él, ocho receptáculos con forma de candil y otro de mayor tamaño, reciben una decoración antropomorfa con motivos de ojos a cada lado del pico. Uno de ellos es original, mientras que el resto de la pieza fue reconstruida por alfareros turolenses con la misma técnica, pasta y tipo de barniz.
La celebración de Hannukah comienza el día 25 del mes de kislev (diciembre en calendario cristiano) con el encendido de la candileja derecha, tomando la luz de la más grande o samás, hasta completar las ocho, coincidiendo con los días que dura la fiesta de las luces en que arden todas las mechas. Este hallazgo, junto a otros restos y documentos, muestra la importancia que tuvo la comunidad judía, desde el momento de su fundación y concesión del Fuero (1177), en el desarrollo comercial y político de la ciudad entre los siglos XII y XV.